viernes, 25 de noviembre de 2011

Una Aventura

Comparto una carta que recibí de un amigo, él me contaba su aventura y yo me quede boquiabierta y le dije que me había trasladado...al Cajas, a la experiencia, a mi vida...a todo!

Aquí se las dejo:

"Sabes, antes de venir, me fui a una caminata en el páramo del Cajas, pero puedo decirte que hay muchos símiles con la caminata con la vida y te los voy a contar, espero tengas tiempo... bueno primero llegar al lugar ya era una proeza, manejando desde Guayaquil hasta el Cajas, con todo el preparativo de cosas y preparación mental para soportar el páramo. Yo como estaba a punto de viajar para acá decidí ayudar con las incomodidades de despertarse a las 5am arreglar todo y viajar...pero la verdad ese paseo es como la vida, nadie te dice cómo va a ser, ni que el clima es variable y aunque alguien tendría la buena voluntad y el conocimientos (los dos casi nunca van juntos) ni con eso escucharíamos y si escuchamos, necesitas un punto de referencia para entender a lo que vas....o sea, si te digo que no vas a poder respirar y que hace frío.. Tú me dirás ahhh ok... pero en realidad hasta vivirlo y experimentarlo no la sabes...

Pero bueno, llegamos y comenzamos la caminata en el páramo, incapacitado de caminar, cargando mi ropa, comida, agua y la carpa en la mochila en la espalda, dábamos 20 pasos y teníamos que descansar 20 minutos para recuperar la respiración, luego nos comenzamos a climatizar, al caminar por este sendero, lodoso, lleno de piedras, veía como que se asemejaba a mi vida, donde no puedes dar pasos en falsos, debes seguir un camino que parece que te llevara a algún lado, pero no sabes a dónde vas ni cuanto falta para llegar ni si lo que encuentres allá te va a gustar, solo debes confiar lo que el guía dice si es que le preguntas, encuentras alguna similitud con nuestras vidas?... en el camino encontrabas otros que estaban peor que tú de cansados entonces les ofrecí ayuda, les cargue parte de su carga por un buen tiempo, cuando llegamos a la primera hora de caminata ya estaba exhausto. Saque una barra de chocolate que me dio energía, ya no sentía el frío, no sé si era por el ejercicio o porque ya se me adormecían las manos, hay momentos en nuestra experiencia que debemos descansar y recargarnos de energía, eso creo que hago ahora.

Luego al continuar ya estaba más aclimatizado, podíamos caminar mas y además era cuesta abajo pero leve, entonces crees que puedes acelerar el paso pero es una mentira no vas a poder seguir solo, comienzas a pedir a Dios ayuda y recién te das cuenta que no puedes, eso viene como al primer tercio de tu vida cuando eres consciente que solo no puedes. Seguimos el sendero a un bajo, crees que es fácil caminarlo, pero en realidad era todo fango, tienes que rodearlo haciendo el camino más largo pero seguro, no hay en la vida atajos sin fango, debes seguir evitar el fango las trampas las malas amistadas. Sigues caminando y comienzas a pasar a los rezagados, aunque comenzamos la caminata como los últimos alcanzamos a los de la mitad, ya cerca de llegar al lugar casi a las 3 horas ya ves a dónde vas a llegar y ves atrás el sendero recorrido y piensas... Yo camine todo eso? y te preguntas como lo hice?, esta es la respuesta: Cuando vas subiendo y es muy empinado es como cuando tienes cosas que hacer que son demasiado grandes entonces caminas pasos chiquitos bien chiquitos casi que parece que no avanzas pero si no te detienes en realidad estas avanzando, cada vez que te quedas a descansar que sea solo para recuperarte o renovar energías pero no para entretenerte, la carrera de la vida es avanzar para llegar al destino antes que te coja la noche, la lluvia o cualquier cosa que no queremos que nos suceda.... entonces no pierdas tiempo o mejor dicho no desperdicies tu vida, te van a preguntar qué hiciste con ella cuando no estabas avanzando.
Llegamos al lugar y era una maravilla de preciosa, ya no te dolía nada y sentías una capacidad que eras capaz de lograr todo lo que te pongas en frente, hicimos las carpas pasamos la noche, cantando, riendo cuando nos dormimos vino la lluvia, algunas carpas mal puestas se llenaron de agua helada nosotros habíamos revisado donde ponerla en caso de lluvia, ser precavido paga, luego la noche se tornó bien helada yo lleve periódico para la fogata estaba todo mojado pero funciono al final.
En la mañana temprano recogimos todo y comenzamos a caminar.... llegamos  en dos horas, estábamos mas aclimatados y con menos carga ya que dejamos el agua sobrante, comimos la comida y ya no había expectativa, solo regresar....

Como hombre que reafirma su capacidad fue excelente la experiencia y la vida es como este sendero con un final que no sabes cuál es...ni como será, pero al ver lo que se recorrió te preguntas: Como lo hice? y te quedas asombrado cuando te das cuenta que no fue solo, la carga se aliviana y tiene una sensación de compañía increíble..."
 Me parece que es la comparación más clara que he tenido de la vida...
Desde mi corazón

Anamaria

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