Todos tenemos caracteres diferentes, maneras opuestas de ver las cosas y sensibilidades distintas, y este es un hecho que hay que reconocer con realismo y aceptar con humor.
Como digo yo, uno no es monedita de oro para gustarle a todo el mundo y tal vez no siempre digo las cosas de la mejor manera o llego a la gente de forma adecuada...así soy yo...y en esto pecaré más de una vez pero creo no debemos desanimarnos con nuestros defectos y fallas, sino que sean un aliciente para seguir avanzando...para dar siempre lo mejor de nosotros.
En los sufrimientos que nos provocan los demás no hay porque ver una mala voluntad de parte de ellos, cuando surgen problemas entre dos personas, con frecuencia ambas se apresuran a hacer valoraciones morales la una de la otra, cuando en realidad lo que hay de fondo no son sino malentendidos o dificultades de comunicación. Debido a nuestras distintas formas de expresarnos y a nuestros filtros psicológicos, a veces percibimos erróneamente las autenticas intenciones.
A veces queremos agradar a todo el mundo y eso es imposible, eso nos anula como personas, no nos hace ser auténticos, no nos deja ser libres...al estar libres de la carga negativa y de pensamiento limitado, comenzamos a sentirnos mucho mejor y a irradiar confianza, nos convertimos en imanes que atraen nuestro bien.
Sé tu mismo...Tú eliges como vivir la Vida!!!
Desde mi corazón
Anamaria
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